Secretos de Dolomitas: Lo que nunca te contaron
Le Corbusier, uno de los más famosos arquitectos del siglo XX, definió a los Dolomitas como
|“la más bella obra arquitectónica del mundo”|
Pero las Dolomitas son mucho más que un paisaje de postal: formadas hace millones de años bajo el mar, bautizadas por un geólogo francés, escenario de guerras y hoy Patrimonio de la Humanidad. ¿Crees que lo sabes todo sobre ellas?
1. De arrecifes a cumbres
La historia de las Dolomitas empieza hace millones de años, cuando todo este paisaje estaba cubierto por mar. En donde, poco a poco, se fueron acumulando corales, algas y conchas. Con el paso del tiempo, todos estos restos se fueron compactando y se convirtieron en roca. Más adelante, gracias al movimiento de las placas tectónicas de la Tierra, todo ese fondo marino fue elevándose hasta formar las impresionantes montañas que vemos hoy.
Y aunque no te lo creas, su paisaje sigue cambiando poco a poco con el paso del tiempo.
2. ¿Quién bautizó a las Dolomitas? Spoiler: no era italiano
El nombre de “Dolomitas” es bastante reciente, no se empezó a utilizar hasta el año 1837. En ese año es cuando apareció por primera vez en una revista inglesa, para referirse a todos los valles Trentino-Tirol del Sur, en donde se incluyen los valles de Fassa, Gardena, Badia y Pusteria.
Este nombre se puso en honor a Déodat de Dolomieu, un naturalista francés que fue el primero en estudiar el tipo de roca que abunda en estas montañas, denominada dolomita en su honor.
¿Y cómo se les llamaba antes a estas montañas? Pues, simplemente “Montañas Pálidas”, debido a la particular blancura de sus rocas.
3. Cuando la belleza fue campo de batalla
Estas montañas guardan una historia increíble, marcada por batallas y guerras.
Durante la Primera Guerra Mundial, fueron el escenario de durísimos enfrentamientos entre Italia y el Imperio Austrohúngaro.
En aquel entonces, los refugios de montaña que actualmente se usan para descansar, servían para alojar tropas y almacenar suministros. Además, las paredes rocosas del lugar ofrecían un terreno de difícil acceso pero muy estratégico. Fue en ese momento cuando se construyeron muchos senderos y rutas ferratas, para que los soldados se pudieran mover y defender sus posiciones en la guerra.
Hoy, muchos de esos caminos siguen ahí, junto con restos de barracones, túneles y fortificaciones. Al recorrerlos no solo disfrutas de la naturaleza, sino que también caminas por la historia del lugar.
4. Caminar por las alturas…y por la historia
Lo dicho.
Puede que hoy sea una de las actividades más emocionantes, pero muchas de sus famosas vías ferratas nacieron con un objetivo muy distinto. Estas rutas equipadas con cables, escaleras y puentes colgantes se crearon para que los soldados pudieran moverse por las montañas de forma rápida y segura. También servían como puntos de vigilancia y defensa.
Con el paso del tiempo, dejaron de ser rutas militares, y se convirtieron en uno de los mayores atractivos de las Dolomitas.
5. Un paraíso natural reconocido por la UNESCO
En junio de 2009, durante una sesión de la Unesco en Sevilla, los Dolomitas fueron incluidos en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad.
En los que se engloban nueve grupos montañosos de las provincias de Trento, Bolzano, Belluno, Udine y Pordenone. Abarcando un área total de 234,422 hectáreas. Todo un reconocimiento a su belleza natural y su valor único.
Impresionante, ¿verdad?
Pues prepárate, porque tenemos un viajazo organizado para este verano. ¡Ven con nosotros a descubrir las Dolomitas en persona! Y déjate fascinar por este paraíso natural, en donde cada rincón tiene una historia que contar.
¡Te esperamos!
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Hay lugares donde la naturaleza y la fantasía se mezclan hasta volverse inseparables, Dolomitas, en el norte de Italia, es uno de ellos.
En cada uno de sus amaneceres y cada atardeceres, sus imponentes cumbres se tiñen de un color rosado mágico: conocido como la Enrosadira, un fenómeno natural que parece obra de hadas… o de reyes encantados.
La leyenda
Una belleza tan poderosa que, aunque fue maldecida, continúa apareciendo cada día
Dicen que todo comenzó en Catinaccio en donde se encontraba el jardín de rosas del rey Laurin. Este rey gobernaba a un pueblo de enanos que excavaban las entrañas de la montaña en busca de minerales preciosos, así como plata y oro. Además, el rey también poseía dos armas mágicas: un cinturón que daba la fuerza de 12 hombres y una capa de invisibilidad.
Un día el rey de Adigio decidió casarse con su bella hija Similde y por este motivo invitó a todos los nobles de los alrededores, a todos excepto al rey Laurino. Pero este decidió acudir de todas formas, pero de invitado invisible. Cuando vió a Similde se quedó impresionado por su belleza y se enamoró de ella instantáneamente y la cargó en su caballo y huyó a toda velocidad.
Los caballeros de la corte de Adagio se lanzaron inmediatamente para rescatarla, y rápidamente se alinearon frente al jardín de rosas. Entonces el rey Laurino se puso el cinturón, que le daba la fuerza de 12 hombres, y se lanzó a la lucha. Cuando estaba a punto de sucumbir, se puso su capa de invisibilidad y comenzó a saltar por el jardín, convencido de que nadie lo veía. Pero sus enemigos lograron alcanzarlo observando el movimiento de las rosas que lo seguían, y lo capturaron.
Laurino irritado por su derrota, se volvió hacía el jardín de rosas que lo había traicionado y le lanzó una maldición: ni de día ni de noche ningún ojo humano podrá volver a admirarlo, pero Laurino se olvidó del atardecer y el amanecer. Por lo que, el Catinaccio en estas horas del día se colorea como un jardín rosáceo de una gran belleza.
Así lo explica la ciencia
Cuando la luz y la naturaleza se alinean para crear magia en las cumbres
La explicación científica de este fenómeno, tiene que ver con la inclinación de los rayos del sol durante esas horas y junto con determinadas condiciones atmosféricas específicas. Estas variables y junto al color claro de la roca, hace que las montañas se tiñen de tonos rosados en cualquier época del año.
Pero este espectáculo de luz, es especialmente visible en verano, cuando los días son más largos. Y lo mejor de todo: no tienes que imaginarlo.
¡Hemos preparado un viaje a Dolomitas en esta temporada del año, en pleno julio!
¿Vienes a verlo con tus propios ojos??
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