No sin mi Furgo

Existen tantos tipos de viajeros como de viajes. Nuestro destino lo deciden aquellas cosas que queremos hacer, ver, vivir o el simple anhelo de la desconexión o el descanso. Pero hay otro tipo de viajes que admiten no decidir sobre esta meta final: Los viajes en furgo.

Los viajes en furgo, caravana o autocaravana nunca pasarán de moda y, si bien suponen cierto espíritu aventurero, cada vez están más extendidos. Aunque no conozcas esta forma de viajar seguramente alguna vez te has sentido atraído al ver ciertas furgonetas aparcadas en la calle o compartiendo autovía con alguna autocaravana. Es un mundo que despierta cierta envidia y acumula soñadores detrás de una “W”

Si estás pensando en comenzar tu roadtrip particular, aunque sea a menos de 100 km de tu casa, o si piensas en volver a hacerlo queremos quitarle el romanticismo a este tipo de “aventuras” que supone un viaje en furgo, repasando algunas cosas que te podrían fastidiar el viaje y no olvidarlo jamás… y pasar de alquilar a comprar una furgoneta.

Tienes que equiparla

La furgoneta va a ser tu hogar durante todo el viaje. Y esto quiere decir que cualquier cosa que puedas necesitar tiene que ir contigo. La cama, su ropa, la cocina, los cacharros de la cocina, las cosas para lavar lo anterior, un lugar para echar lo que lo lava, etc etc. Desde una sábana hasta un abrelatas, piensa concienzudamente que puedes necesitar. Pero sin excesos!

No hay espacio, para equiparla como te gustaría

La furgoneta no es un trastero. Ámala, quiérela, cuídala y demuéstraselo manteniéndola ordenada. Para facilitar esta tarea nuestra recomendación es que seas consciente del espacio del que dispones y de lo conveniente de separarlo entre furgo-almacenaje y furgo-habitable. Equípala, pero con lo necesario: un soporte para jamones, no: una cacerola, sí.

Ese espacio mínimo? Es todo el mismo

Se mezclarán olores, se mezclaran objetos, se mezclaran sentimientos y pensamientos incluso. Volvemos a insistir en el orden interior, pero hacemos un llamamiento a contar con la posibilidad de extender el espacio habitable al exterior. Una mesa y unas sillas, un avance, un pequeño toldo. Todos viajamos muy felices, pero echarse de menos nos pone contentos.

 

No hay ducha, ni baño

Ni las comodidades que ello conlleva, como por ejemplo, no tener que calzarse cada vez que quieres usar un baño. En muchas en caravanas y autocaravanas hay un baño, pero no se recomienda abusar. Si hablamos de viajes en furgo, el baño brilla por su ausencia. Lo mejor de esto es que el baño en la naturaleza en amplio, sin límites, pero si en tu viaje las paradas las hacéis en lugares adecuados (en el sentido de preparados), esto no supone ningún problema. Pero quien sabe cuándo habrá otra oportunidad de emular la típica escena de “Memorias de áfrica”

No hay servicio de lavandería

Y con el poco espacio que llevamos en la furgo nos hemos dejado ropa atrás. Así que toca como con el baño y la ducha: en los “campings” de pago tendréis lavadoras para su uso y recuperar nuestra ropa limpia. Si no es tan sencillo como conseguir un poco de agua y un cordel. Ten en cuenta los días que estarás de viaje, recuerda que las toallas y las sábanas también se merecen un lavado.

No hay termostato, y hace frío. No hay termostato, y hace calor

Incluso en las noches de verano la temperatura puede caer a mínimas con diferencias de 10 o 15 grados, que a la hora de dormir puede destemplarnos. La solución es tan sencilla como saberlo y apuntar en nuestro equipamiento ropa de abrigo, para la cama, para nosotros y para aislarnos. Y ojo con el calzado! Seguramente cuando vayamos a nuestro baño particular el suelo esté húmedo.

Por otro lado, sin llegar al envidiado efecto invernadero de una tienda de campaña, las furgonetas guardan bien el calor. A la hora de aparcarla y parar unas horas con ella, sobre todo para dormir, debemos tratar de colocarla debajo de una sombra. Un pequeño paso para la furgo, un gran bienestar en su interior.

Nada está planificado

Ni las horas de salida, ni las puertas de embarque ni mucho menos las horas de llegada. Aunque en tu furgo mandas tú y puedes organizarte como quieras. El caso es coordinarse contigo mismo o con tus compañeros de viaje, sin perder el tiempo demasiado, sobre todo en discutir. El lado bueno es que la furgo no se va sin ti.

No hay Wi-Fi

No hay conexión, no hay distracciones, no hay mails inesperados ni videollamadas. Con un poco de suerte no tendrás tampoco electricidad y podrás vivir la experiencia como merece. También es cierto, y no os lo queremos negar, que hay dispositivos y trucos que te permiten estar conectado, y pasar al siguiente nivel: vivir en una furgoneta. Si esto no es así y esto no es necesario…Keep Calm y aprovecha la excusa.

Hay sitios donde no puedes parar

Pero otros miles a donde llegarás. Dejando a un lado el resto de medios de transporte y comparándolo con un coche, tu furgoneta te permitirá ir más allá, sin preocuparte de tener que volver o buscar un sitio para dormir. Elegir un sitio nuevo cada día para quedarte, sin problemas de reservas. Aunque no os queremos mentir, hay lugares donde pueden multaros, tenedlo en cuenta. Pero que el “Esto me gusta aquí me quedo” domine vuestro viaje.

No todas las furgos son fiables

Hay furgonetas que son preciosas y que llaman la atención a donde quiera que van. Seguramente sería la que tendrías como ilustración en tu camiseta y se parecerá a la que usaría Scooby-doo para perseguir fantasmas, pero son tan fiables como los mismos espíritus perseguidos por el cánido y sus amigos. Chispas! El chequeo en origen es importante, pero sobre todo a la hora de la compra. Creemos que la estética es importante, pero piensa que de tu furgoneta dependerá lo lejos que llegues, y la cantidad de quebraderos de cabeza que te encuentres por el camino.

 

 

En definitiva, va a ser mejor que te vengas de ruta en furgo con nosotros!

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Un viaje a tu medida

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Pablo Conde

GUÍA DE MONTAÑA Y GUÍA OFICIAL DE GALICIA

Pablo Conde es guía oficial de Galicia, guía TD2 de media montaña, guía del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, y guía de kayak. Es quien nos acompaña en la mayoría de nuestras rutas. Guía y topógrafo de profesión y fotógrafo de pasión, Pablo conoce con detalle kilómetro a kilómetro de cada una de las rutas que organizamos, y nos irá contando aquello que nos encontremos, con su particular encanto.

Cristina collazo

GUÍA DE MONTAÑA Y GUÍA OFICIAL DE GALICIA

Cristina es guía oficial de Galicia, técnico deportivo en actividades en la naturaleza y guía del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia. Junto con Pablo crea Volta Montana, y es la encargada de programar los planes que Volta te propone cada mes. Con ella podrás visitar lugares como las islas del Parque Nacional, las Sisargas, y rutas que nos hablan sobre historias vividas y etnografía. Le encanta el mar, y siempre te pondrá buena música cuando te lleve de ruta.