Seguramente muchos se sorprendan si les decimos que antaño Galicia era toda una potencia ballenera. Tanto es así que las pesquerías gallegas se convirtieron en las más importantes de España durante los siglos XVI y XVII.
La historia ballenera en Galicia es muy amplia. Hablamos de sus comienzos en la Edad Media hasta el 1987, año del cierre definitivo de la última factoría ballenera de España, situada en Cee. Hasta dieciocho puertos gallegos llegaron a dedicarse a esta actividad a lo largo de la historia, entre ellos San Cibrao, Bares, Burela, Foz, Malpica…
En la actualidad son varios los ruinosos vestigios de factorías balleneras en Galicia, como la de Caneliñas en Cee o Punta Balea en Cangas. En algunas de ellas todavía podemos encontrar restos de las antiguas rampas de madera utilizadas para subir los gigantes cetáceos hasta la factoría.
Fueron los marineros vascos los que comenzaron el oficio por tierras gallegas, sin embargo poco a poco y viendo la grandísima industria que se abría frente a ellos, los marineros de Galicia tomaron el control creando un negocio donde se aprovechaba absolutamente todo. De estos gigantes del mar se obtenía desde la carne para la alimentación hasta la grasa utilizada como combustible de lámparas o como lubricante en la industria del ferrocarril. Con sus barbas se realizaban desde paraguas y sombreros hasta cepillos y corsés.
Pero la época dorada de la caza de ballenas tenía que llegar a su fin. Las factorías gallegas eran las únicas que continuaban abierta en España y aunque parezca sorprendente seguían en pleno auge. No fue la desaparición de los cetáceos lo que incentivó que esta industria terminara, sino la fuerte presión ecologista tras la entrada en la Unión Europea en 1986.
Uno de los hechos más impactantes de esta historia, tiene que ver con los barcos balleneros Ibsa I e Ibsa II, que se hundieron en 1980 en el puerto de Marín, justo antes de partir hacia Cangas para iniciar una nueva campaña ballenera. Pero este hundimiento no fue casualidad: en ambos barcos había cargas explosivas colocadas intencionadamente por la famosa asociación Sea Shepherd de “piratas ecológicos” fundada por Paul Watson. Organización conocida a nivel mundial por la lucha activa contra los balleneros desde hace décadas.
Todo este conjunto de hechos propició el cierre definitivo de las últimas factorías balleneras que quedaban en Galicia, la de Caneliñas en Cee y Punta Balea en Cangas.
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