Siempre se ha oído hablar de Galicia por amparar en sus costas a las prestigiosas Islas Cíes. Esas que ahora gozan del honor de contar con Rodas, la mejor playa del mundo, y por lo tanto de estar en boca de la gente en todas partes. Pero un poco más arriba se encuentra Ons, algo menos conocida entre las hermanas Atlánticas, que pasa inadvertida frente a las anteriores a pesar de tener muchos aspectos positivos en comparación.
Gracias, precisamente, a no poseer una fama del calibre de la de Cíes, si viajamos a Ons podemos gozar de una calma mucho mayor, del silencio, del sonido de la naturaleza y de sus espacios y paisajes, menos saturados.
En Ons podremos disfrutar de sus maravillosos paisajes. Los rocambolescos acantilados que se alzan con una altura asombrosa frente al mar, creando preciosos rompeolas, los alejados horizontes hasta los que se extiende el Océano Atlántico, que parece no terminar, sus playas y sus verdes bosques…
El primer fin de semana de marzo nos aislamos en Ons, estaremos prácticamente solos, para gozar de la exclusividad de sus encantos y ser testigos de su magia.
No te pierdas esta experiencias, una isla sólo para ti, que no volverá a pasar, en todo el resto del año.
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