Entre muchos adultos existe una opinión. Muchos pensáis que los niños no disfrutarán mientras hacen una ruta de senderismo con vosotros: que será muy dura para ellos, que se quejarán constantemente, etc. Por ello, muchos os veis en la situación de renunciar a hacer rutas por llevar a vuestros pequeños a otros lugares más tranquilos, o bien a hacer rutas sin su compañía. Nosotros os decimos que disfrutar de los peques empieza por conocer mundo con ellos, vivir aventuras en lugares en los que nunca habían estado y comprender que un niño no te quita libertad, sino que te aporta otra forma de disfrutar de tu tiempo.
Aquí os dejamos unos cuantos consejos para hacer del camino con vuestros niños la ruta perfecta, con la que viviréis una experiencia inolvidable tanto ellos como vosotros:
1. ENTIENDE QUE VAN A SU RITMO Y ADÁPTATE A ELLOS
Sabemos que los niños son curiosos por naturaleza, que les gusta pararse a observar cada pequeño detalle que encuentren en la ruta. Que todo les fascina y preguntan por ello. Cuando haces senderismo con niños, tienes que dejar las prisas a un lado y adaptarte a su ritmo. Darles respuesta a sus preguntas y sorprenderte con lo que encuentran tanto como lo hacen ellos. Será una experiencia mágica para todos.
2.DÉJALES LIBERTAD CON LÍMITES
Como hemos dicho antes, los niños quieren conocer y preguntarse el porqué de todo lo que ven. Son exploradores y está genial que lo sean, para que conozcan el mundo que les rodea. Aunque debes andar siempre con un ojo puesto en ellos, déjales libertad para que sean ellos mismos los que conozcan lo que les puede ofrecer la naturaleza. No debes llevarlos siempre pegados a ti, con eso solo conseguirás que ellos disfruten menos y que tú te sientas más condicionado.
3. EMPIEZA POR RUTAS QUE NO SEAN DEMASIADO DURAS
Los niños están cargados de energía, pero meterles un atracón en las primeras rutas que hacen en su vida tampoco es la mejor idea. Deja que caminen y se acostumbren al senderismo poquito a poco. Hacerlo progresivo hará que ellos le vayan cogiendo el gustillo a caminar, sin experiencias negativas que les puedan causar una sensación de rechazo posterior. Además, es conveniente hacer alguna parada larga para que jueguen en medio de la naturaleza y además aprendan.
4. RESPETA LA NATURALEZA, ES EL MEJOR EJEMPLO QUE LES PUEDES DAR
Nosotros somos el espejo en el que se miran los niños. Para hacerles crecer en el respeto al medio natural, debemos tener un comportamiento intachable allá donde vayamos. Ni qué decir tiene que no debemos tirar ningún tipo de residuo al suelo, que donde comamos recogeremos todos los restos y los tiraremos a un punto limpio. Que no arrancaremos flores ni alteraremos ningún elemento del sendero por el que caminemos. Ellos toman ejemplo de todo lo que hacemos y esta será la mejor imagen que les podamos dar.
5. EQUÍPALOS CON ROPA CÓMODA
Es un consejo que también vale para los adultos. Siempre os decimos que para hacer rutas largas, lo ideal es que llevemos ropa que nos permita movernos con comodidad, que nos dé libertad y que, básicamente nos haga sentir «como si no llevara nada», que diría Ned Flanders. Para los niños, lo mismo. Preferible pantalones largos y camisetas que transpiren bien y que nos protejan del frío o del sol, según la época del año en la que hagamos la ruta. Cuando pegue el solazo, es fundamental que lleven gorra que les proteja, y cuando llueva ponerles un chubasquero totalmente impermeable.
Y, por supuesto, la joya de la corona: calzado cómodo! Un dolor de pies puede arruinar cualquier ruta, y para quien no está acostumbrado a caminar, las ampollas son una amenaza constante. Preferible que sean botas de montaña, o zapatillas de montaña altas, para evitar torceduras de tobillo. Aunque suene a obviedad, se camina con los pies, pero es fundamental tenerlo presente para conservarlos perfectos y poder hacer rutas sin que nada nos pare.
6. LLEVA BASTANTE COMIDA Y AGUA
Si para ti es importante, para ellos todavía más. Piensa que un niño no tiene la capacidad de sufrimiento de un adulto. Si tienen sed o hambre, es imprescindible estar provistos de una nevera portátil donde poder conservar alimentos y agua fresca. Y mejor que sobre que que falte. Siempre nos confiamos de encontrar una fuente milagrosa en el camino, pero las cosas rara vez suceden como esperamos. Así que es mejor ser previsores y tenerlo todo bajo control. Además, siempre se recomienda llevar alguna barrita energética y piezas de fruta.
7. HAZLOS RESPONSABLES DE SUS COSAS
Para ellos, llevarlos de ruta es una prueba de madurez. Y para vosotros como adultos, un momento para ver cómo de preparados y responsables son con sus propias cosas. Con un peso ligero, adaptado a su tamaño, debéis hacerles sentir importantes en el viaje. Darle importancia al equipaje que llevan, para que sean encargados de su propia mochila. Para ellos es un gran refuerzo, ya que se sentirán parte fundamental de la expedición, y para ti una buena manera de ir asignándole obligaciones que serán muy valiosas para su vida.
Estos son nuestros consejos principales, pero seguro que hay muchos más. ¿Qué más creéis que deberíamos añadir a esta lista? ¿Os gusta llevar niños a vuestras rutas? ¿Qué es lo que más disfrutáis de ellos? Nos encantaría conocer vuestras opiniones y comentarios. Nos los podéis dejar aquí o en las redes sociales de Volta Montana. ¡Os esperamos!
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